Enfermedad boca-mano-pie: qué es, consejos, tratamiento, manejo en casa
¿Qué es la enfermedad boca-mano-pie?
La enfermedad boca-mano-pie es una infección viral que afecta principalmente a niños menores de 5 años, aunque también puede ocurrir en personas de todas las edades, incluidos los adultos. Es causada por diferentes virus pertenecientes a la familia de los enterovirus, en particular los del grupo Coxsackie, como el Coxsackie A16 y el Enterovirus 71.
Sin embargo, en algunos casos raros, especialmente cuando está causada por el Enterovirus 71, la enfermedad boca-mano-pie puede tener complicaciones más graves, como meningitis viral, encefalitis, miocarditis o problemas respiratorios. Estas complicaciones son más comunes en lactantes y pueden requerir atención médica urgente.
Según la Sociedad Española de Pediatría con la llegada de la primavera, aumentan el número de consultas pediátricas por esta infección cuya máxima incidencia se da en niños menores de 5 años.
¿Cómo es el contagio?
La enfermedad boca-mano-pie se contagia de una manera bastante sencilla. Se transmite principalmente a través del contacto directo con las secreciones de las personas infectadas, como la saliva, la tos, los mocos y las vesículas que aparecen en las ampollas. También puede propagarse por contacto con objetos contaminados, como juguetes, toallas, mesas y otras superficies.
Imagínate a un niño enfermo que tiene la enfermedad boca-mano-pie. Si ese niño tose o estornuda sin cubrirse la boca, las gotitas que contienen el virus pueden ser inhaladas por otras personas cercanas y así se produce el contagio. Además, si el niño tiene las manos sucias y toca objetos o a otras personas, puede dejar rastro del virus en esos objetos o transmitirlo directamente a las personas con las que entra en contacto.
Es importante tener en cuenta que la enfermedad puede contagiarse durante todo el período de incubación, que es el tiempo desde que una persona está expuesta al virus hasta que aparecen los síntomas. Además, una persona infectada puede seguir siendo contagiosa mientras tiene la enfermedad y incluso durante varias semanas después de que los síntomas hayan desaparecido.
Por eso es esencial tomar medidas de prevención, como lavarse las manos frecuentemente, especialmente después de cambiar pañales o de estar en contacto con personas enfermas. También es importante desinfectar regularmente los objetos y superficies compartidos, especialmente en lugares donde hay niños pequeños, como guarderías o escuelas.
Síntomas de la enfermedad boca-mano-pie
La enfermedad boca-mano-pie se caracteriza por una serie de síntomas que pueden variar de una persona a otra. Aquí te presento una lista más detallada de los síntomas comunes asociados a esta enfermedad:
- Vesículas en manos, pies, boca y zona genital: Una de las principales características de esta enfermedad son las pequeñas ampollas o vesículas que aparecen en la piel. Estas pueden ser dolorosas y suelen presentarse en las palmas de las manos, las plantas de los pies, alrededor de la boca y, en algunos casos, en la zona genital.
- Vesículas en lengua, paladar y encías: Además de las lesiones en la piel, la enfermedad boca-mano-pie puede provocar la aparición de vesículas en la lengua, el paladar y las encías. Estas ampollas pueden causar molestias y dificultad para comer o beber.
- Las vesículas no duelen: A diferencia de otras infecciones de la piel, las vesículas en la enfermedad boca-mano-pie no suelen ser dolorosas. Sin embargo, pueden causar molestias y sensación de ardor, especialmente cuando se encuentran en la boca.
- Menos apetito: Los niños afectados por esta enfermedad suelen experimentar una disminución del apetito. Esto puede ser consecuencia del malestar general y las molestias causadas por las vesículas en la boca y la garganta.
- 2-4 días de fiebre (38-39º): La fiebre es otro síntoma común de la enfermedad boca-mano-pie. Por lo general, dura entre 2 y 4 días y suele oscilar entre 38 y 39 grados Celsius.
Es importante destacar que estos síntomas pueden variar en intensidad de una persona a otra, y no todas las personas afectadas experimentarán todos los síntomas mencionados. Algunas personas pueden presentar síntomas leves, mientras que otras pueden experimentar molestias más significativas.
Si sospechas que tú o tu hijo pueden tener la enfermedad boca-mano-pie, es recomendable consultar a un profesional de la salud para obtener un diagnóstico preciso y recibir el tratamiento adecuado para aliviar los síntomas.
Evolución
La enfermedad boca-mano-pie sigue una evolución característica en la mayoría de los casos. Aquí te presento una descripción más detallada de cómo puede evolucionar esta enfermedad:
- Vesículas: Una de las etapas iniciales de la enfermedad es la aparición de vesículas o ampollas en las manos, los pies, la boca y, en algunos casos, en la zona genital. Estas vesículas suelen ser pequeñas y de color rojizo. A medida que avanza la enfermedad, las vesículas pueden convertirse en ampollas más grandes y llenas de líquido claro.
- Curación de las vesículas: Las vesículas suelen curarse por sí solas en un período de 7 a 10 días. Durante este tiempo, las ampollas pueden romperse y formar costras antes de cicatrizar completamente. Es importante evitar rascar o manipular las vesículas, ya que esto puede aumentar el riesgo de infección secundaria.
- Descamación de los dedos: Después de que las vesículas se hayan curado, es posible que se produzca una fase de descamación en la piel de los dedos, especialmente en las palmas de las manos y las plantas de los pies. Esta descamación puede durar unos días y es un proceso normal de recuperación de la piel afectada.
Es importante tener en cuenta que la evolución de la enfermedad puede variar en cada individuo. Algunas personas pueden experimentar síntomas más leves y una recuperación más rápida, mientras que otras pueden presentar síntomas más intensos y una recuperación más lenta.
Diagnóstico
El diagnóstico de la enfermedad boca-mano-pie suele ser principalmente clínico, basado en la presencia de los síntomas característicos. En la mayoría de los casos, no se requiere realizar pruebas de laboratorio específicas para confirmar la enfermedad. Los médicos pueden identificarla a través de la evaluación de los síntomas y el examen físico. Sin embargo, en casos atípicos o cuando existen complicaciones, se pueden realizar pruebas adicionales, como cultivos virales o análisis de sangre, para descartar otras enfermedades similares.
Tratamiento
El tratamiento de la enfermedad boca-mano-pie es principalmente sintomático, lo que significa que se centra en aliviar los síntomas y promover la comodidad del paciente. No existe un tratamiento específico que cure la enfermedad, ya que se trata de una infección viral que debe seguir su curso natural. Sin embargo, se pueden utilizar diferentes medidas para aliviar los síntomas.
Para reducir la fiebre y aliviar el malestar general, se pueden utilizar medicamentos como el paracetamol (por ejemplo, Tylenol) o el ibuprofeno (por ejemplo, Advil, Motrin). Estos medicamentos ayudan a controlar la temperatura y aliviar el dolor corporal. Es importante seguir las instrucciones del médico o las indicaciones de la etiqueta para la dosificación adecuada, especialmente en niños.
Para reducir la fiebre y aliviar el malestar general, se pueden utilizar medicamentos como el paracetamol (por ejemplo, Tylenol) o el ibuprofeno (por ejemplo, Advil, Motrin). Estos medicamentos ayudan a controlar la temperatura y aliviar el dolor corporal. Es importante seguir las instrucciones del médico o las indicaciones de la etiqueta para la dosificación adecuada, especialmente en niños.
Es fundamental mantener una buena hidratación durante el curso de la enfermedad, ya que la fiebre y las ampollas en la boca pueden dificultar la ingesta de líquidos. Se recomienda ofrecer agua, jugos suaves y alimentos frescos ricos en líquidos, como helados o paletas de hielo.