Todo sobre la infección de los ojos: la conjuntivitis
La conjuntivitis, a menudo denominada 'ojos rosados o rojos', es una afección ocular comúnmente observada en los niños, que se caracteriza por enrojecimiento e inflamación en los ojos.
Las categorías de conjuntivitis incluyen viral, bacteriana y alérgica, que presentan síntomas variados y diferentes niveles de transmisibilidad.
El espectro de los síntomas de la conjuntivitis depende de la categoría. La conjuntivitis viral puede causar sensibilidad a la luz y ojos llorosos y con picazón, mientras que la conjuntivitis bacteriana produce secreciones pegajosas. Aunque la conjuntivitis alérgica puede producir ojos llorosos y con picazón, no es contagiosa.
Para evitar la contracción de la conjuntivitis, se recomienda adoptar una buena higiene de las manos, evitar frotarse los ojos y mantener separados los artículos personales. Consulta a un oftalmólogo si sospechas de conjuntivitis y mantén una higiene adecuada para prevenir su propagación.
¿Tu hijo muestra ojos rojos, llorosos o picazón? Podría ser un caso de conjuntivitis.
¿Qué es la conjuntivitis?
Esta infección ocular, a menudo llamada "ojos rojos", puede parecer alarmante, pero en realidad es la enfermedad ocular más común entre los niños. La conjuntivitis es una inflamación de la conjuntiva, la membrana mucosa que recubre el interior de los párpados y la superficie del ojo. Los distintivos síntomas de la infección son el enrojecimiento y la rosadura de la parte blanca del ojo debido a la inflamación de los vasos sanguíneos del ojo. Además, podrías notar que tu niño tiene formación de lagañas alrededor de los párpados o hinchazón en los mismos.
Variaciones de la conjuntivitis
Un factor a tener en cuenta es que no todas las infecciones de conjuntivitis se abordan de la misma forma. Precisamente, hay tres categorías (viral, bacteriana y alérgica) y cada variedad implica un enfoque diferente :
- Viral: Esta variante, provocada por un virus, es altamente contagiosa. Recuerda que debes lavar suavemente los ojos de tu bebé con agua tibia para eliminar las secreciones alrededor de los ojos.
- Bacteriana: Esta variante, causada por bacterias, también es contagiosa. Si no se trata, puede acarrear serios daños a los ojos.
- Alérgica (o ambiental): Es provocada por irritantes oculares, como polen o polvo. Este tipo de conjuntivitis puede ocurrir de forma estacional o durante todo el año.
Es relevante destacar que la conjuntivitis alérgica o causada por irritantes químicos no es contagiosa, sin embargo, las variantes bacteriana y viral son muy contagiosas y se pueden transmitir fácilmente mediante tos, estornudos y contacto ojo-mano. Por eso, es crucial que consultes con tu pediatra.
Un punto a tener en cuenta es que no todas las infecciones se tratan de la misma manera. Dadas las tres categorías, los enfoques terapéuticos pueden variar.
- Consejo: Si estás utilizando gotas para los ojos y los párpados de tu bebé están cerrados, lo más fácil es apuntar a la esquina interna del ojo de tu bebé. De esta forma, cuando abra los ojos, el medicamento se filtrará en ellos.
Síntomas de la conjuntivitis
Los diferentes tipos de infecciones presentan distintos síntomas. Lo primero que salta a la vista en un caso de conjuntivitis es un ojo de apariencia roja, pero los demás síntomas se basarán en el tipo de infección que tenga tu niño.
- Viral: En esta variante, notarás que tu pequeño es sensible a la luz y que tiene los ojos llorosos y con picazón. A menudo, también puede presentar síntomas de resfriado. Recuerda que este tipo de infección es muy contagiosa y puede transmitirse al toser y estornudar.
- Bacteriana: Esta variante puede hacer que observes una secreción pegajosa, de color amarillo verdoso en la esquina del ojo de tu hijo. Es contagiosa y generalmente se transmite por contacto directo con manos u objetos que han tocado el ojo infectado (como almohadas, toallas, pañuelos de papel, etc.).
- Alérgica (o ambiental): Con esta variante, generalmente hay ojos llorosos y con picazón, y a menudo, también hay congestión nasal y secreción. ¡Afortunadamente, no es contagiosa!
Otra indicación importante es que, a diferencia de la conjuntivitis alérgica, donde ambos ojos se ven afectados, tanto la infección viral como la bacteriana afectan primero un ojo y pueden demorar varios días en infectar al otro.
Cuidados y prevención de la conjuntivitis
Si quieres prevenir la conjuntivitis, aquí tienes algunas medidas que puedes tomar:
- Asegúrate de usar un desinfectante de manos y lavarte las manos y las de tu bebé con frecuencia.
- Evita que tu hijo se toque los ojos
- No compartas los artículos de uso personal de tu hijo, como toallas, pañuelos de papel o almohadas.
- Lava las toallas, ropa y sábanas que haya usado tu hijo en agua caliente y por separado del resto de la ropa de la familia.
- Limpia las superficies como encimeras, baños, grifos y teléfonos con frecuencia con un limpiador antiséptico.
- Si tu pequeño es propenso a la conjuntivitis alérgica, mantén las puertas y ventanas cerradas cuando sea época de polen abundante. También, para evitar los agentes alergénicos en casa, aspira con frecuencia para eliminar el polvo acumulado.
Si sospechas que tu hijo tiene conjuntivitis, ponte en contacto con tu médico para diagnosticar la causa y tratar la infección correctamente. Si la infección no mejora en 3-4 días tras el inicio del tratamiento o tras una semana sin tratamiento, es imperativo que visites a tu médico. Para evitar que esta infección se propague, asegúrate de lavar tus manos cada vez que termines de limpiar los ojos de tu bebé, y recuerda mantener las toallas, ropa y sábanas de tu hijo por separado de las del resto de la familia, además de lavar estos artículos con regularidad.