Alteraciones en la marcha de los niños
Introducción
La marcha es un proceso automático aprendido cuyo aprendizaje empieza sobre los 12-18 meses de edad y termina sobre los 7 años, cuando la marcha de los niños se asimila a la del adulto.
Este proceso es controlado por el tronco del encéfalo y la médula espinal, donde se encuentran los conocidos generadores de patrones.
Algunas definiciones sobre la marcha
- Ciclo de la marcha: cuando el pie contacta con el suelo y termina con el siguiente contacto con el suelo del mismo pie. Coincide con la definición de zancada.
- Paso: cuando el pie contacta con el suelo y termina con el siguiente contacto del pie contrario.
- Cadencia: número de pasos por minuto. Normalmente en torno a 100-120.
- Ángulo de la marcha: en relación a nuestro cuerpo y a la trayectoría, suele ser sobre 5-7º.
- Velocidad de la marcha: longitud de paso por cadencia. Normalmente avanzamos en torno a 80 pasos por minuto.
Ciclo de la marcha y sus fases
La marcha tiene lugar en dos fases funamentales: el período de apoyo y el período de balanceo. Es decir, cuando el pie contacta con el suelo y cuando está en el aire. Después, tienen lugar 8 fases dentro de estos dos períodos.
Actividad muscular
A nivel muscular la musculatura implicada principal es: tibial anterior y extensor de los dedos, tríceps sural (fase de apoyo), cuádriceps (en casi todo el ciclo), isquiotibiales, glúteo mayor, psoas ilíaco y erectores espinales. Cualquier alteración en cualquiera de estos músculos va a tener por tanto repercusión en la marcha.
Diferentes tipos de marcha según patología
1. Por dismetrías de las piernas. Si la dismetría es pequeña (1-2 cm), lo que se verá es que en la fase de apoyo el hombro del lado más corto descenderá y a esto se le sumará un aumento de la flexión de cadera y rodilla en el lado opuesto en la fase de balanceo.
Si la dismetría es mayor, el paciente intentará alargar la extremidad corta, sobre todo desde el tobillo.
2. Dolor central de columna vertebral. En este tipo de marcha veremos pasos cortos y lentos.
3. Dolor lateral de la columna. Inclinarán el tronco hacia el lado no afecto con pasos cortos.
4. Marcha hemipléjica. En este caso lo más característico es la circunducción de la cadera con rodilla extendida en la fase de balanceo arrastrando la punta del pie (parece que traza un círculo). Esta marcha es característica del ictus y de la parálisis cerebral infantil espástica hemipléjica.
5. Marcha en tijera. En este caso veremos ambas rodillas en valgo, con ligera flexíon y ambas caderas en flexión, aducción y rotación interna. Esta marcha es característica de la parálisis cerebral infantil espástica dipléjica.
6. Marcha atáxica cerebelosa. En este caso veremos como la persona se inclina de lado a lado con pasos desiguales y movimientos descoordinados. Hay una clara falta de equilibrio.
7. Marcha de pato. Característica de la distrofia mucular de Duchenne. En este caso veremos una parálisis de los extensores de cadera, el tronco se inclina hacia el lado del apoyo, con una marcha balanceante y lordógica. Los pies se abren hacia fuera.
Tratamiento
Debido a la complejidad de los mecanismos que integran la marcha y a que su afectación puede ser debida a procesos centrales o periféricos, lo ideal es que sea un equipo multidisciplinar el encargado de valorar el trastorno de la marcha en sí.
En general, este equipo estará formado por: un fisioterapeuta infantil, un terapeuta ocupacional infantil, un pediatra y un técnico ortopeda.
Uno de los test que más se utilizan para valorar la marcha es el Tie Up and Go Test (TUG), que podéis ver en este enlace: https://salucity.com/blog-salud-infantil/recursos-para-profesionales-sanitarios/test-de-evaluacion-de-bebes-y-ninos/timed-up-and-go-test/