Afasia: explicación, tipos, tratamiento
¿En qué consiste?
Es la perturbación del lenguaje caracterizada por la pérdida de memoria de los signos, afectando a la capacidad de ejecutar, comprender o repetir el lenguaje cuando la lesión afecta al hemisferio dominante.
Anatomía
A nivel del Sistema Nervioso Central hay dos áreas que son muy importantes para entender la afasia:
- Área de Broca. Se encuentra en el hemisferio dominante en el lóbulo frontal. Es la encargada de emitir palabras.
- Área de Wernicke. Se encuentra en el hemisferio dominante en el lóbulo temporal. Es la encargada de entender e interpretar el lenguaje.
A nivel circulatorio, la arteria cerebral media o de Silvana es la más relacionada con la afasia severa cuando hay una hemorragia o un infarto cerebral en su territorio.
Tipos de afasia
1. Afasia de Brocca. Las personas que sufren afasia de Broca o motora, son capaces de entender el signifcado del lenguaje pero no son capaces de emitir palabras.
2. Afasia de Wernicke. Las personas que sufren afasia de Wernicke o sensorial son incapaces de entender el significado del lenguaje, emiten palabras sin sentido y sin orden aparente.
3. Afasia de conducción. Entre el área de Broca y de Wernicke existe el fascículo arqueado que une ambas áreas. En la afasia de conducción se afecta este fascículo y las personas que sufren este tipo de afasia son incapaces de repetir.
Tratamiento de la afasia
El tratamiento de la afasia principal lo llevará a cabo un logopeda experto en este tipo de trastornos, en colaboración con un equipo multidisciplinar.
En primer lugar llevará a cabo una valoración exhaustiva para ser capaz de identificcar el tipo de afasia existente. Para ello valorarán la expresión verbal, la comprensión, la escritura, la lectura y también harán una evaluación verbal complementaria (praxias, gnosias, etc.).
Algunas herramientas para esta valoración son:
- Batería de las Afasias de Western.
- Test de Boston para el diagnóstico de la Afasia.
Después, el logopeda realizará una intervención individualizada dependiendo de la valoración inicial, de la edad, la etiología, etc. Lo ideal es empezar el tratamiento de manera precoz.