Comprendiendo el reflujo gastroesofágico en bebés
¿Tu bebé regurgita, se muestra irritable y llora frecuentemente después de alimentarse? Estos pueden ser indicios de reflujo en bebés o reflujo gastroesofágico (RGE). Sigue leyendo para descubrir más sobre este problema común y sus remedios.
¿Por qué ocurre el reflujo en bebés?
Tanto si tu bebé es amamantado como si recibe fórmula, puede padecer de reflujo. Esto sucede cuando los alimentos y el ácido gástrico se devuelven al esófago y, a veces, salen por la boca.
El reflujo en bebés se produce porque el músculo en la parte inferior del esófago que controla el paso de alimentos al estómago no está completamente maduro. Esto permite que cuando el estómago del bebé está lleno, la leche y el ácido retornen al esófago, causando molestias. Aunque este problema puede ser frustrante, es uno de los problemas más frecuentes entre los bebés, afectando aproximadamente al 25% de ellos.
Señales de reflujo en bebés
¿Cómo puedes identificar si tu bebé sufre de reflujo? Presta atención a las siguientes señales:
- Regurgitación de leche o alimentos
- Irritabilidad
- Mala alimentación
- Tos frecuente
- Vómitos recurrentes
- Llanto después de comer
- Malestar, gases o dolor abdominal post-alimentación
Remedios para el reflujo en bebés
Si tu bebé presenta un reflujo leve pero está alimentándose adecuadamente, estos consejos pueden ser útiles:
- Alimenta a tu bebé en una posición vertical.
- Después de cada toma, mantén a tu bebé en posición vertical durante 20 a 30 minutos.
- Ofrece porciones más pequeñas y más frecuentes para reducir la regurgitación.
- Evita sobrealimentar a tu bebé, ya que puede empeorar el reflujo.
- Si usas biberón, haz que tu bebé eructe cada 2 o 3 minutos durante la alimentación.
- Invierte en biberones con “tetina de flujo lento” para que la leche salga más despacio.
- Haz eructar a tu bebé cada 2 a 3 onzas de leche.
- Dependiendo de su edad, espesar la fórmula con cereal de arroz puede mejorar el reflujo.
- Considera cambiar de fórmula si sospechas una alergia a la base de leche.
Lleva un registro de las horas de alimentación, los momentos del día en que tu bebé llora más, y la frecuencia y cantidad de vómitos. Esta información será vital para el pediatra.
Prevención del reflujo en bebés
Para prevenir el reflujo en los bebés, evita las siguientes acciones:
- Colocar a tu bebé en el asiento del coche después de alimentarlo.
- Ponerle ropa ajustada alrededor del abdomen.
- Exponerlo al humo del cigarrillo.
- Forzarlo a comer cuando no quiere.
- Distraerlo con televisión, DVD o juguetes, asegúrate de que esté relajado a la hora de comer.
Cuándo contactar al pediatra
Aunque es común que los bebés vomiten ocasionalmente después de comer, hay ciertos signos de reflujo que deberías mencionar al pediatra:
- Tu bebé está irritable durante o después de la alimentación, llora constantemente y arquea la espalda.
- Vomita grandes cantidades regularmente.
- Vomita fluidos verdes o amarillos.
- Se queja o se niega a comer.
Conocer más sobre el reflujo en bebés puede ayudarte a tomar pasos relevantes para dar mayor comodidad a tu bebé. Ten en cuenta que mientras el 25% de los bebés experimentan reflujo, la mayoría de los casos se resuelven por sí solos antes de los 18 meses. Solo un 5% de los niños mayores de 12 meses continuarán teniendo síntomas.