Llevar a los niños a algún espectáculo: ¿cuándo hacerlo? ¿con qué edad?
La presentación de tu pequeño al mundo del cine o del teatro suele recomendarse entre los 2 y los 4 años, aunque siempre depende de las particularidades de cada niño en última instancia.
Consideraciones antes de llevar a un espectáculo a un niño
Antes de decidir llevar a tu hijo a disfrutar de una película o un espectáculo, es importante considerar varios aspectos adicionales. Estos incluyen su capacidad de mantener la atención, su tolerancia a los sonidos fuertes y los entornos oscuros, así como su habilidad para permanecer tranquilo durante períodos superiores a los 30 minutos.
Seleccionar cuidadosamente una película o espectáculo adecuado para niños y comprender su contenido de antemano puede enriquecer la experiencia para todos los involucrados.
Llevar a tu hijo al cine o al teatro no solo puede ser una aventura divertida, sino también una oportunidad invaluable para que desarrolle sus habilidades sociales y emocionales.
Si tu pequeño está ansioso por ver la última película que se ha estrenado, pero te preocupa si podrá mantenerse quieto durante toda la función, es comprensible. Tal vez te estés preguntando si es demasiado pronto para introducirlo en el mundo del teatro en vivo o el cine. Nuestros expertos están aquí para ofrecerte orientación.
Muchos expertos en psicología infantil y padres sugieren que los 2 a 4 años son una edad adecuada para empezar a llevar a los niños al cine o al teatro, siempre y cuando la película o el espectáculo sean apropiados para su edad. Sin embargo, la decisión de llevar a tu hijo al cine dependerá en última instancia de su personalidad y comportamiento. Por lo tanto, es importante no presionarlo ni adelantarte solo porque hayas escuchado que otro niño de su edad pudo disfrutar de una película durante dos horas sin problemas. Cada niño es diferente.
Para ayudarte a determinar si tu hijo está preparado o no, ten en cuenta los siguientes aspectos:
- La capacidad de tu hijo para mantenerse sentado y tranquilo durante períodos prolongados.
- Su nivel típico de atención.
- Su tolerancia hacia el ruido, los entornos oscuros y los sonidos fuertes. Estas experiencias pueden resultar abrumadoras para los niños que no están acostumbrados o no muestran interés en ellas.
- Según el libro "El Libro del Nacimiento a los Cinco Años" de Brenda Nixon, cualquier sonido que supere los 90 decibeles puede ser perjudicial para los oídos de los niños, y algunas películas pueden alcanzar los 130 decibeles.
Para asegurar que la experiencia sea placentera para todos los involucrados (incluyéndote a ti, a tu hijo y al resto del público), considera lo siguiente:
- Opta por películas o espectáculos diseñados específicamente para niños. Es preferible asistir a funciones tempranas o eventos dirigidos a niños en lugar de optar por óperas o ballets. De esta manera, tanto tu hijo como el público en general apreciarán tu consideración al no perturbar la experiencia de otros espectadores.
- Conocer el contenido de antemano puede marcar la diferencia. Aunque la película o el espectáculo estén dirigidos a niños, es útil revisar su contenido con anticipación para tener una idea de lo que puedes esperar (luces intensas, escenas de acción, música alta, etc.) y compararlo con las preferencias y tolerancias de tu hijo.
- Explícale a tu hijo la importancia de comportarse con tranquilidad en el cine o el teatro. Este concepto puede resultar difícil de entender para un niño pequeño, pero es esencial establecer expectativas claras y ser coherente en cuanto a la conducta esperada. Ayuda a tu hijo a comprender que estos lugares son para disfrutar en silencio observando y escuchando, y que es posible divertirse mientras se respeta el espacio de los demás.
- Elije asientos cerca de la salida y no muy cerca de la pantalla o el escenario. Esto facilitará salir de la sala si es necesario o llevar a tu hijo al baño sin causar interrupciones importantes.
Todas estas experiencias ayudarán a tu hijo a aprender a compartir espacios con otras personas y a desarrollar habilidades importantes como el autocontrol, la paciencia y la empatía. Aunque pueda parecer algo trivial, superar estos desafíos cotidianos contribuirá significativamente al desarrollo socioemocional de tu pequeño.