Todo sobre el Bruxismo y la articulación temporomandibular

¿Qué es la articulación temporomandibular?

La articulación temporomandibular (ATM) es una articulación que conecta la mandíbula (mandíbula inferior) con el cráneo (hueso temporal) y se encuentra justo delante del oído en ambos lados de la cabeza. Esta articulación es la encargada de realizar los movimientos necesarios para hablar, masticar y abrir y cerrar la boca.

La ATM está compuesta por una estructura compleja que incluye un disco articular, ligamentos y músculos que trabajan juntos para facilitar los movimientos de la mandíbula.

¿En qué consiste el bruxismo?

El bruxismo es una condición en la cual una persona aprieta o rechina los dientes de forma involuntaria, generalmente cuando está dormida.

¿Cuál es la causa del bruxismo?

Las causas del bruxismo no están completamente claras, pero se cree que factores como el estrés, la ansiedad, la mala alineación dental, el hábito de morderse las uñas o los objetos, y ciertos trastornos del sueño pueden contribuir a su aparición.

En los últimos años, se ha relacionado todavía más con el estrés y la ansiedad y los niveles altos de cortisol en el cuerpo. Así mismo, tiene muchísima relación con la cervicalgia y tensión en los músculos del cuello.

Bruxismo y cervicalgia

El bruxismo y la cervicalgia (dolor de cuello) pueden estar relacionados debido a la tensión muscular compartida entre la mandíbula y el cuello.

Cuando una persona aprieta o rechina los dientes debido al bruxismo, los músculos de la mandíbula se contraen y generan una presión excesiva. Esta tensión muscular puede extenderse más allá de la mandíbula y afectar los músculos del cuello y los hombros. Además, los músculos de la mandíbula y los músculos del cuello están conectados anatómicamente.

Bruxismo, cervicalgia y dolor de cabeza, ¿qué relación tienen?

Es indudable que la cervicalgia tiene un origen relacionado con el estrés. El exceso de trabajo, la repetición de movimientos musculares y las posturas forzadas sostenidas en el tiempo pueden generar contracturas musculares en el área cervical y, por lo tanto, desarrollar cervicalgia.

Además, la tensión en el cuello a menudo causa cefaleas, como la cefalea cervicogénica. Esto se debe principalmente a la anatomía de los músculos del cuello, especialmente los situados en la parte posterior, que se originan en ciertas zonas del cráneo que corresponden a puntos de dolor cuando se tiene una cefalea.

Por otro lado, el bruxismo, que está estrechamente relacionado con el estrés, también puede provocar cefaleas y sobrecarga muscular en la mandíbula y la región suboccipital.

Por lo tanto, es muy común que los pacientes con alguno de estos tres problemas presenten los otros dos. Por esta razón, es esencial llevar a cabo un tratamiento integral para abordar la triada completa.

Tratamiento del bruxismo

En general, lo más recomendable es hacer un tratamiento multidisciplinar con un fisioterapeuta y un odontólgo.

  1. Fisioterapia: Un fisioterapeuta puede ayudar a aliviar los síntomas del bruxismo a través de diversas técnicas, que pueden incluir:
    • Terapia manual: El fisioterapeuta puede aplicar técnicas de masaje en los músculos de la mandíbula, el cuello y los hombros para aliviar la tensión muscular y quitar los puntos gatillo musculares.
    • Estiramientos: Se pueden enseñar ejercicios de estiramiento específicos para los músculos de la mandíbula y el cuello, con el objetivo de reducir la tensión y mejorar la flexibilidad.
    • Técnicas de relajación: Se pueden enseñar técnicas de relajación, como la respiración profunda y la relajación muscular progresiva, para ayudar a reducir el estrés y la tensión muscular asociada con el bruxismo. Un ejemplo es la técnica Alexander.
    • Terapia de calor o frío: La aplicación de calor o frío en la zona afectada puede proporcionar alivio temporal del dolor y la inflamación.
    • Kinesiotaping.
    • Autocuidados.
  2. Férula de descarga: La férula de descarga, también conocida como férula oclusal, es un dispositivo de plástico que se coloca en los dientes para protegerlos y reducir la presión ejercida durante el bruxismo. La férula ayuda a distribuir las fuerzas de manera más equilibrada y evita el desgaste excesivo de los dientes. Además, puede ayudar a relajar los músculos de la mandíbula al proporcionar una superficie de apoyo estable.
  3. Botox. Otra de las opciones más demandadas es el botox (toxina botulínica). En este caso, el botox se administra mediante inyecciones en los músculos de la mandíbula para reducir la actividad muscular y disminuir los síntomas del bruxismo. El problema es que el botox tiene un período de eficacia de 2-6 meses y cada vez va disminuyendo más.

Es importante destacar que la fisioterapia y el uso de la férula son tratamientos complementarios y pueden ser utilizados en conjunto para obtener mejores resultados. Es recomendable consultar a un fisioterapeuta y a un dentista especializado en trastornos temporomandibulares para evaluar la situación individual y determinar el enfoque de tratamiento más adecuado.

Cómo reducir los síntomas del bruxismo

Si tienes bruxismo, hay ciertos hábitos y acciones que se recomienda evitar para ayudar a reducir los síntomas y prevenirlos. Estas son algunas de las cosas que debes evitar:

  1. Morder objetos duros: Evita morder lápices, bolígrafos, uñas, hielo u otros objetos duros, ya que esto puede aumentar la presión y el estrés en los dientes y los músculos de la mandíbula.
  2. Chasquear o apretar los dientes de manera consciente: Intenta ser consciente de tus hábitos y evita apretar o chasquear los dientes de forma intencional, ya que esto puede agravar los síntomas del bruxismo.
  3. Masticar chicle en exceso: El chicle puede generar una actividad excesiva de los músculos de la mandíbula, lo cual puede empeorar los síntomas del bruxismo. Limita la cantidad de chicle que masticas o evítalo por completo.
  4. Consumir alimentos duros o pegajosos: Evita alimentos como caramelos duros, nueces, alimentos pegajosos o cualquier alimento que requiera una masticación excesiva, ya que esto puede aumentar la presión y el desgaste en los dientes.
  5. Estrés: El estrés es un factor desencadenante común del bruxismo.
  6. Consumir cafeína y alcohol en exceso: Tanto la cafeína como el alcohol pueden empeorar los síntomas del bruxismo. Limita el consumo de estas sustancias y mantén una hidratación adecuada.
  7. Ejercicio físico: es muy beneficioso pero debemos hacerlo antes de las 6 de la tarde, ya que si no influirá en nuestra capacidad de conciliar el sueño
  8. Rutina de sueño