Tiempo de cuidarse (la mente también)

No es nada nuevo de este año. Es una tendencia que vemos venir desde hace varios años y que ahora, tras la fase más dura de la pandemia, está llegando a todos los rincones de las ciudades y en todo tipo de modalidades.

Vemos cómo afloran los mega gimnasios, pequeñas salas de boxing, yoga, pilates y clínicas de fisioterapia a la vuelta de cada esquina, … Y es que la salud -en todas sus facetas- ya está en el centro del interés. ¡Hasta han vuelto los programas de TV dedicados al fitness al más puro estilo Eva Nasarre!

Quizás la especialidad que menos visibilizamos es la psicología, y es que aunque los tratamientos psicológicos se están naturalizando a pasos agigantados, quizás no están tan expuestos y no son tan sexys como la fisioterapia o el mindfulness. Aún cuesta un poco contarle a tu vecino del quinto que vas al psicólogo en un encuentro en el ascensor.

Un ejemplo del gran avance de la salud mental es que ya está en boca de los políticos: un partido político ha propuesto crear un gran plan nacional de salud mental. Quizás no sea para este año, pero sin duda, ya está en la agenda de los políticos, y eso es un gran paso.

Todo esto venía a cuento de un artículo muy interesante sobre salud mental que he leído en El País y que aquí os dejo su enlace por si os apetece leerlo. Habla sobre el gran reto que tiene la sociedad por delante para gestionar la salud mental de los ciudadanos.

Nosotros creemos que sí se puede, que podemos afrontarlo y que merece la pena luchar por tener servicios sanitarios de calidad públicos y privados, pero que sean abordables para todos.