Fascitis plantar: causas, síntomas, tratamiento, recomendaciones, y ejercicios parahacer en casa

¿En qué consiste la fascitis plantar?

La fascitis plantar es una inflamación de la fascia que recubre la planta del pie.

La fascia plantar es bastante gruesa y está formada por tejido conectivo. Actúa evitando el aplanamiento excesivo del arco plantar y protege a los metatarsos de una excesiva flexión.

Se manifiesta en forma de pinchazos y generalmente la sintomatología aparece después de caminar o correr.

¿Por qué aparece la fascitis plantar?

En general, está bastante ligada a factores de riesgo tales como aumento de peso o uso de calzado inadecuado. Vamos a enumerar los factores de riesgo:

  • Sexo: mujer
  • Edad: 45-50 años
  • Deportistas
  • IMC elevado
  • Aumento de peso
  • Diabetes
  • Deformidades del pie: cavo o plano
  • Actividades de impacto, carga excesiva de peso, ciertos deportes (salto, carrera, etc.)
  • Espolón calcáneo

Tratamiento de la fascitis plantar

En primer lugar, debemos centrarnos en buscar la causa que ha dado lugar a la aparición de esa fascitis plantar e intentar quitarla (por ejemplo, el uso de calzado inadecuado).

Después, nos centraremos en bajar el dolor y la inflamación, utilizando hielo, estiramientos manuales y masaje. Por último, realizaremos ejercicios de propiocepción / fortalecimiento para mejorar el tono y las sensaciones de los pies.

Todo ello debemos realizarlo siguiendo los consejos de un especialista (un fisioterapeuta).

Ejercicios para hacer en casa

1. Congela una botella de agua pequeña y realiza pases hacia delante y hacia atrás con la planta del pie.

2. Con una pelota de tenis, podemos realizar círculos y pases en el pie apoyándolo en el suelo a modo de “automasaje”.

3. Estira la fascia, para ello puedes sentarte y cruzar la pierna del pie afecto sobre la otra, y tirar de los dedos en sentido del dorso.

4. Camina descalzo por casa. Esto mejorará las sensaciones de tu pie.

Arruga una toalla con el pie. Coloca la toalla en el suelo, pon el pie encima e intenta arrugar la toalla con los dedos de los pies.

Caminar de puntillas y de talones. Solo cuando la inflamación haya bajado bastante y casi no haya dolor.