Esguince de tobillo: tratamiento, causas, tipos

¿Qué es un esguince de tobillo?

Un esguince de tobillo es una lesión común en la que se estiran o desgarran los ligamentos que sostienen el tobillo. Los ligamentos son bandas de tejido conectivo que unen los huesos entre sí y brindan estabilidad a las articulaciones. Un esguince de tobillo ocurre cuando la articulación se mueve bruscamente fuera de su rango normal de movimiento (ROM), lo que puede provocar que los ligamentos se estiren o se rompan parcial o totalmente.

Los esguinces de tobillo pueden ser leves, moderados o graves (grados I, II, III) según la cantidad de daño que se haya producido en los ligamentos.

Síntomas

Los síntomas comunes de un esguince de tobillo incluyen:

  1. Dolor: el dolor en el tobillo suele ser el síntoma más evidente de un esguince. El dolor puede ser leve o intenso, según la gravedad de la lesión.
  2. Hinchazón: el tobillo afectado puede hincharse, lo que puede ser un signo de inflamación.
  3. Hematoma: el área alrededor del tobillo puede estar amoratada o presentar hematomas. El grado de hematoma también depende de la gravedad de la lesión.
  4. Dificultad para mover el tobillo: el esguince puede limitar la movilidad del tobillo y hacer que sea difícil caminar o poner peso sobre el pie afectado.
  5. Sensibilidad: el área alrededor del tobillo puede estar sensible al tacto o a la presión.
  6. Rigidez: el tobillo afectado puede sentirse rígido o tenso, lo que puede dificultar la realización de movimientos normales.

Además, para identificarlo generalmente tiene que haber ocurrido después de un gesto brusco, que lleve al ligamento más allá de sus límites.

Clasificación según gravedad

  1. Esguince leve: también conocido como «esguince de grado 1», este tipo de lesión implica una distensión o estiramiento leve de los ligamentos del tobillo, sin que se produzca una rotura significativa. Los síntomas pueden incluir dolor leve, hinchazón y sensibilidad en la zona afectada, pero la movilidad y la función del tobillo no suelen verse demasiado afectadas. Recuperación en 1-2 semanas.
  2. Esguince moderado: también conocido como «esguince de grado 2», este tipo de lesión implica una rotura parcial de uno o varios ligamentos del tobillo. Los síntomas suelen incluir dolor, hinchazón, hematoma y dificultad para caminar o apoyar nuestro peso sobre ese pie. En algunos casos, puede ser necesario utilizar muletas para desplazarse y el tiempo de recuperación puede ser de varias semanas. Recuperación de 4-8 semanas.
  3. Esguince grave: también conocido como «esguince de grado 3», este tipo de lesión implica una rotura completa de uno o varios ligamentos del tobillo. Los síntomas suelen ser más graves y pueden incluir dolor intenso, hinchazón significativa, moretones extensos y una pérdida importante de movilidad y función del tobillo. El tiempo de recuperación puede ser de varios meses y puede requerir fisioterapia o incluso cirugía. En algunos casos, el esguince de grado 3 se relaciona con la fractura de peroné, por lo que suele ser necesaria una radiografía. Recuperación de 6-12 semanas o más.

Ligamentos más afectados en el esguince de tobillo

  1. Ligamento lateral externo: Este es el ligamento más comúnmente lesionado en un esguince de tobillo. Se extiende desde el hueso del tobillo hasta el hueso del pie, y es responsable de estabilizar la articulación del tobillo en el lado exterior del pie.
  2. Ligamento lateral interno: Este ligamento se encuentra en el lado interior del tobillo y conecta el hueso del tobillo con el hueso del pie. Es menos propenso a lesiones que el ligamento lateral externo, pero puede dañarse en algunos casos de esguince de tobillo.
  3. Ligamento deltoideo: Este ligamento se encuentra en la parte interna del tobillo y es responsable de estabilizar la articulación del tobillo en el lado interno del pie. Es menos propenso a lesiones que los ligamentos laterales, pero puede dañarse en algunos casos de esguince de tobillo.

Esguince crónico, ¿qué hacer?

Un esguince crónico de tobillo es una lesión en la que los ligamentos del tobillo no se han curado completamente, generando inestabilidad en todo el complejo articular del tobillo, lo que puede hacer que la articulación del tobillo sea más propensa a nuevos esguinces.

Los esguinces de tobillo crónicos pueden ocurrir cuando alguien ha sufrido múltiples esguinces de tobillo en el pasado o si el tratamiento inicial del esguince no fue adecuado. La inestabilidad crónica del tobillo puede provocar dolor, debilidad, inflamación y una mayor probabilidad de sufrir lesiones futuras.

El tratamiento para un esguince crónico de tobillo puede incluir fisioterapia, ejercicios de fortalecimiento, terapia manual y, en casos graves, cirugía. En general, lo importante será recuperar la estabilidad inicial de nuestro tobillo, mejorar la propiocepción e intentar normalizar el movimiento y reducir el dolor.

Deportes con más esguinces

  1. Baloncesto: Los jugadores de baloncesto corren, saltan y hacen giros rápidos en la pista, lo que aumenta el riesgo de sufrir un esguince de tobillo.
  2. Fútbol: Los cambios de dirección rápidos, los saltos y los choques durante el juego pueden provocar esguinces de tobillo.
  3. Voleibol: Los saltos y los aterrizajes bruscos pueden provocar esguinces de tobillo.
  4. Gimnasia: Los movimientos acrobáticos y los aterrizajes bruscos en la gimnasia pueden provocar esguinces de tobillo.
  5. Skateboarding: Los saltos y giros en el skateboarding pueden provocar esguinces de tobillo.
  6. Running: Correr sobre superficies irregulares o en terrenos inclinados puede aumentar el riesgo de sufrir un esguince de tobillo.

Es importante tener en cuenta que los esguinces de tobillo pueden ocurrir en cualquier deporte o actividad física que implique movimientos bruscos o cambios de dirección rápidos. Por eso, es fundamental usar calzado adecuado y seguir las pautas de entrenamiento y calentamiento para reducir el riesgo de lesiones.

Tratamiento del esguince de tobillo con fisioterapia

Un fisioterapeuta puede ser muy útil en el tratamiento de un esguince de tobillo y en la recuperación de la movilidad y la fuerza en el área afectada. Aquí te dejamos algunas de las formas en que un fisioterapeuta puede ayudarte:

  1. Evaluación y diagnóstico: El fisioterapeuta puede evaluar la gravedad del esguince de tobillo, determinar la extensión de la lesión y realizar un diagnóstico preciso.
  2. Reducción del dolor e inflamación: El fisioterapeuta puede utilizar diversas técnicas, como masaje y terapia manual, para reducir el dolor y la inflamación en el área afectada. Así com electroterapia (ultrasonido, diatermia).
  3. Rehabilitación y fortalecimiento: El fisioterapeuta puede diseñar un programa de ejercicios y terapia para ayudarte a recuperar la fuerza y la movilidad en el tobillo lesionado, así como para prevenir lesiones futuras En general irá encaminado a fortalecer: peroneos, tibial anterior y posterior, musculatura intrínseca del pie.
  4. Propiocepción, reeducación de la marcha.
  5. Entrenamiento de la técnica: El fisioterapeuta puede enseñarte técnicas de movilidad y estabilización para ayudarte a moverte de forma segura y efectiva mientras te recuperas.
  6. Educación sobre la lesión y prevención de lesiones: El fisioterapeuta puede ofrecerte información y consejos sobre cómo evitar lesiones futuras y cómo cuidar adecuadamente el tobillo lesionado para acelerar la recuperación. El kinesiotape por ejemplo puede ser una herramienta muy útil.

En resumen, un fisioterapeuta puede ser un valioso recurso en el tratamiento y recuperación de un esguince de tobillo, ya que puede ayudarte a reducir el dolor, la inflamación y mejorar la movilidad y la fuerza en el tobillo lesionado.

Tratamiento del esguince de tobillo con podología

. Algunas formas en que un podólogo puede ayudarte con un esguince de tobillo incluyen:

  1. Evaluación biomecánica: Un podólogo puede evaluar la forma en que tu pie y tobillo se mueven para determinar si hay algún desequilibrio o debilidad muscular que pueda contribuir a la lesión del tobillo.
  2. Estudio de la pisada: Un podólogo puede realizar un estudio de la pisada para determinar si hay algún problema con tu forma de caminar o correr que pueda estar causando una tensión adicional en tu tobillo.
  3. Recomendación de calzado adecuado: Un podólogo puede recomendarte el tipo de calzado adecuado para tu actividad y tipo de pie, lo que puede ayudar a prevenir lesiones de tobillo.
  4. Plantillas ortopédicas personalizadas: Si se detectan problemas biomecánicos o de pisada, un podólogo puede prescribir plantillas ortopédicas personalizadas para ayudar a corregir estos problemas y reducir la presión y tensión en el tobillo.
  5. Terapia manual y ejercicios de fortalecimiento: Un podólogo también puede trabajar contigo para desarrollar un plan de terapia manual y ejercicios de fortalecimiento para mejorar la estabilidad y la fuerza del tobillo.

En resumen, un podólogo puede ser un valioso recurso en la prevención y tratamiento de lesiones de tobillo, incluyendo el esguince de tobillo. Al evaluar la biomecánica, la pisada y el calzado, y al prescribir plantillas ortopédicas y ejercicios de fortalecimiento, un podólogo puede ayudarte a prevenir lesiones y recuperarte más rápido de un esguince de tobillo.