Cómo cuidar la voz (parte 1)

La voz es una herramienta básica para la comunicación humana, y en el caso de determinadas profesiones, es un instrumento imprescindible, por lo que se hace muy necesario cómo cuidar la voz.

Una gran cantidad de personas utilizan mal la voz: de forma inconsciente, forzando la voz realizando esfuerzos musculares indebidos, llegando a producir disfonías de diferente intensidad y gravedad.

También las disfonías pueden producirse como consecuencia de lesiones u otras causas en los órganos de fonación incluso por causas psicológicas.

Para utilizar bien la voz es necesario comprender su funcionamiento y llevar a cabo un aprendizaje de cómo la utilizamos nosotros, tomar conciencia de nuestros hábitos y corregir los que no son correctos, mediante ejercicios pautados.

Una vez corregidos estos malos hábitos en la voz, el siguiente paso es cuidarla de forma preventiva, aplicando lo que comúnmente se denomina higiene vocal.

Re-aprender a utilizar el órgano vocal

El órgano vocal genera de forma natural sonidos armónicos a una potencia suficiente para la comunicación.

A través de los años y de nuestras condiciones de vida, vamos adoptando malos hábitos que conducen a una utilización incorrecta de la voz de forma continuada. Esto es muy habitual en entornos ruidosos, como en las grandes ciudades, en familias numerosas, en países muy sociales (como el nuestro) y en determinadas profesionales, como los profesores y maestros, que se ven obligados a forzar la voz cuando las clases son muy ruidosas, para hacerse oír por encima del ruido del alumnado.

Las consecuencias son generalmente nefastas para el órgano vocal, llegando a producir lesiones físicas y psicológicas profundas.

Evidentemente la solución pasa por aprender cómo cuidar de la voz y un re-aprendizaje para utilizarla correctamente de forma continuada.

En los siguientes artículos aprenderás ambas cosas, de la mano de especialistas logopedas.